Adam Sandler a salido se su zona de confort, y se agradece poder verlo en otra faceta artística diferente al que nos tenia acostumbrados con sus películas dentro del genero cómico. Con su interpretación a demostrado que tiene más versatilidad de lo que aparentaba, tal vez ahora podamos verlo en film con argumentos mas sólidos.
Diamantes en bruto retrata el mundo del dueño de una joyería con adicción al juego que a pesar de tocar fondo continua empeñado en seguir hundiéndose al seguir tropezando con la misma piedra.
Es una película que resulta irritante para el espectador, con constantes diálogos donde los personajes hablan unos sobre otros impidiendo comprender lo que dicen con insultos constantes y gritos, por no hablar de un exceso de movimiento de cámara que incluso marea.
Básicamente abusan de estereotipos con situaciones ya muy vistas en otros films de este tipo solo para seguir mostrando un protagonista donde haga lo que haga todo le va a salir mal.
No hay ninguna escena novedosa y fresca, el guión carece de ideas nuevas para mostrar a un personaje que camina hacia la autodestrucción.
No merece la pena perder 135 minutos para ver una película que ni siguiera resulta interesante.
